domingo, 1 de noviembre de 2015

Así empieza lo malo | Javier Marías


Cuando dejamos de indagar las verdades que existen detrás de aquello que conocemos y nos quedamos con la realidad aparente de lo que se tiene enfrente, así empieza lo malo y termina lo peor. Cuando nos resignamos con lo que sabemos y no seguimos desentrañando los caminos que ocultan las aparentes verdades, así empieza lo malo y termina lo peor. Cuando nos conformamos y dejamos de indagar, así empieza lo malo y termina lo peor.

En este libro, lo bueno empieza desde la primera página, logrando que las primeras cien sean una lección de redacción. Marías recalca en más de una ocasión el arte propio de saber escribir a la perfección oraciones subordinadas, una tras otra; exigiendo del lector la práctica, en muchos olvidada, de despejar fórmulas algebraicas para resolver incógnitas, pero en el campo de los objetos directos, indirectos y circunstanciales. Sin un fallo. Con maestría.

Una vez que estás rendido a sus labores estilísticas, Marías cautiva con la historia, acercándose al estilo de novela de detectives, pero sin dejar por un segundo su característico estilo de novela intelectual, con personajes eruditos que se jactan de serlo. A la vez, haciendo crecer en el lector la duda de quiénes son y quiénes fueron cada uno de esos personajes.

Y la historia que te cuenta, la historia que te envuelve, trata de Eduardo Muriel, cineasta con renombre que ya no vive su época dorada pero que conserva de ella las relaciones sociales; de su mujer Beatriz Noguera, atormentada; de su amigo Jorge Van Vechten y de su ayudante Juan de Vere, quien es a su vez el narrador y quien recibe del cineasta el encargo de investigar el pasado de Van Vechten y sus posibles vilezas.

Es una gozada de leer.